Un acuerdo medioambiental histórico que ayudó a cerrar el agujero de la capa de ozono en los años 90 puede haber dado lugar a nuevos contaminantes químicos.

El Protocolo de Montreal, que entró en vigor en 1989, prohibió el uso de productos químicos que estaban destruyendo la capa de ozono, lo que ayuda a proteger el planeta de las radiaciones solares dañinas.

Ha sido firmado por 197 partes y se considera el acuerdo ambiental más exitoso del mundo.

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Pero los investigadores canadienses han descubierto que los productos químicos utilizados para reemplazar los prohibidos están creando problemas propios.

Heidi Pickard de la Universidad de Harvard dice que los reemplazos se están descomponiendo en la atmósfera en nuevos contaminantes.

Están apareciendo en los remotos núcleos de hielo del Ártico y se han multiplicado por siete desde la década de 1990.

Pickard says little is known about the new contaminants, although some have been found highly toxic to plants.

She says the finding is a warning that solutions to current problems can have unintended consequences down the line